El
maleficio gitano ese de; “Ojalá te cases con
un músico”, responde a la idea de que este tipo de artistas, los músicos,
suelen más de una vez, dedicarse a labores supremas propias de los moradores
del Olimpo, dejando a un lado, en repetidas ocasiones, las necesidades mas cotidianas.
Frecuentemente filtran con las musas del cosmos olvidando las obligaciones
domiciliarias; uno de esos casos lo tenemos en la vida y obra de nuestro
querido bardo como fue Don José María Iparragirre y sus experiencias agrarias
en aquella arcadia americana, donde ensimismado éste en sus composiciones
nostálgicas ayudado de su guitarra, descuidaba el rebaño siendo mermado este
por descuideros y por el desgobierno pastoril del músico. Siempre buscando la
composición idónea para aportar algo más bello a la vida, o para mitigar su
nostalgia patriótica; merodeando más por el reino de la inopia que en el de la
vida real.
Practicar
la empatía, el ponerse en el lugar del otro es imprescindible para lograr el
humanismo necesario que requiere el ejercicio de la solidaridad. La solidaridad
también exige entrenamiento como cualquier deporte que se precie. La
solidaridad no es caridad; la solidaridad es una declaración de amor humano,
sobre todo, cuando conoces de cerca al más necesitado, al protagonista, al
destinatario de la acción.
De
todas formas, la solidaridad ha ido siempre pareja a la música, o la música a
la solidaridad.
Nosotros,
y como ONG, llevamos ya 20 años practicándola como músicos solidarios, como
músicos solidarios sin fronteras, pero que antes de su fundación ya habíamos
hecho mil pinitos en este campo.
El
hecho de poseer una determinada cultura diferente a la de otros pueblos, no
debiera suponer ningún obstáculo en un mundo civilizado que respeta los
Derechos del otro; debiera ser una fuente de enriquecimiento para todos y esto,
para nosotros es la solidaridad sin fronteras.
Músicos
sin fronteras desde su fundación oficial en 1995, utiliza la música como
instrumento de actuación por su cualidad para llegar a todas partes y por ser
un idioma internacional que supera las palabras y que hace posible compartir
pasiones incluso por
Gentes
o pueblos que no comparten ideas. Músicos sin fronteras es una organización no
gubernamental, sin ánimo de lucro, que tiene como objetivo establecer un
compromiso solidario entre la música, los músicos, los amantes de la música y
los amigos solidarios con la infancia y la juventud más desfavorecida y
desprotegida del mundo.
Músicos
solidarios sin fronteras-Músicos sin fronteras-, cree que la música y los
músicos pueden desempeñar un importante papel en pro de la armonía, la
convivencia y el espíritu solidario entre las distintas etnias, pueblos y
culturas del mundo.
Músicos
sin fronteras centra su campo de actuación en la infancia porque es el sector
de población más desfavorecido. Diariamente mueran más de 40.000 niños y
millones de ellos son explotados y vejados irremediablemente. Ellos son ahora
los más débiles y serán en el futuro los portavoces de cualquier transformación
social.
En
cualquier caso terminar diciendo que vamos sembrando la esperanza, sembrando la solidaridad, tratando de recorrer
estos caminos que convergen en uno solo: en el del humanismo cívico y la
reconciliación, en el de la Paz
y la armonía; que es el que se dirige hacia los derechos fundamentales de la
humanidad, hacia la tolerancia y hacia la convivencia social.
Por
la Cultura. Por
la Música y
por la Solidaridad.
Vitoria-Gasteiz 07/03/2014