Presentación

Un grupo de amigos decidimos, hace ya algunos años, ampliar nuestros conocimientos creando, para ello, la que se denominó “ACADEMIA DE LAS CIENCIAS”. Se entendió que, lejos de encerrarse en un pequeño mundo, era conveniente ampliar miras tanto en los temas a tratar como en las personas especializadas en los mismos.

Esta organización tiene, entre sus objetivos, ampliar conocimientos y generar opinión sobre los más variados temas.

El 19 de octubre de 1990, quedamos inscritos como “ACADEMIA DE LAS CIENCIAS” en el Registro de Asociaciones Culturales del Gobierno Vasco.

Tras celebrarse a lo largo del año 2010 el XX Aniversario de su fundación, los asistentes a los diferentes actos, acordaron la creación de este blog mediante el cual desean dejar constancia de las personas que han asistido y facilitar la participación de los/as interesados/as a través de sus opiniones sobre cada uno de los temas tratados.

Deseamos animaros a participar en este Blog y, por supuesto, a disfrutar de las nuevas ponencias de nuestros invitados y como siempre estarán en la vanguardia de la noticia.

viernes, 22 de abril de 2011

D. Juan Ignacio Lasagabaster - Las salinas de Añana, oro blanco

LAS SALINAS DE AÑANA, ORO BLANCO

Un poco de Historia:
 Por Juan Ignacio Lasagabaster Gómez – arquitecto

El Valle Salado, situado junto a la  villa de Salinas de Añana. recoge las aguas de un arroyo, el Muera que, aunque en su nacimiento es de agua dulce, va adquiriendo salinidad a medida que atraviesa el Valle Salado vertiendo sus aguas en el río Omecillo, afluente a su vez del Ebro.

La primera constatación documental de la existencia de eras de evaporación para la obtención de sal en este lugar data del año 942. Como consecuencia de la importancia del lugar, en el año 1126 el rey castellano Don Alfonso I el Batallador, concede a Salinas de Añana a través de una carta puebla el título de Villa.

El apogeo del comercio de la sal se alcanza durante los siglos XIV y XV siendo el período más próspero en la historia de la villa. Como es sabido, el fin de la Baja Edad Media y el inicio del Renacimiento coinciden con un fuerte empuje de las actividades comerciales en Europa.

Bajo el reinado de Carlos IV, en 1790, y ante la necesidad de aumentar la producción, Salinas es elegida como lugar experimental para poner en práctica nuevas técnicas de elaboración de la sal. Los sistemas constructivos presentes hoy en el Valle corresponden en gran medida a este período, con algunas modificaciones superficiales realizadas en tiempos recientes tras la aparición de los morteros de cemento Pórtland en la construcción, como veremos más adelante.

Descripción:

Las más de cinco mil eras o plataformas reconocibles hoy día, adaptándose a la orografía del Valle Salado, conforman uno de los conjuntos patrimoniales más espectaculares de cuantos pueden contemplarse. Las Salinas de Añana se encuentran, sin embargo, en una situación límite. Dada la naturaleza de sus estructuras (fundamentalmente lígnea), su conservación depende directamente del grado de explotación que se haga del sistema de
producción de sal.

La forma geométrica que conforman las salinas es la de un triángulo, con los tres brazos del río recorriendo las bisectrices del mismo. Las salinas se ubican geológicamente sobre un diapiro y las aguas subterráneas afloran por emergencia a los manantiales de salmuera, abasteciendo a las plataformas, llamadas "eras" o "cuadros", mediante conductos hasta los pozos o aljibes de almacenamiento. Desde estos pozos, se reparte la salmuera hasta las eras, donde se obtiene la sal por evaporación, almacenándose en depósitos, debajo de aquellas, hasta su comercialización.

La cosecha de sal se almacena normalmente debajo de las mismas eras, por lo que el estado de conservación de estos recintos dependera completamente del estado de la plataforma que tiene encima. También en los aledaños del Valle Salado, a lo largo de su linde con el pueblo, se ubicaban varios edificios construidos en fábrica de piedra pertenecientes en su día al Rey, el Estado o a la Hermandad y que sirvieron como almacenes de distribución comercial de la sal. En la actualidad se encuentran arruinados parcial o totalmente.

Proceso de deterioro:

En los años 60, prácticamente todas las eras estaban en uso. En el año 1984, quedaban 2.338 eras activas y en el año 1994 el número era de aproximadamente 500. Actualmente, el número de eras que aún mantienen su actividad no llega a las 150, lo que supone escasamente un 3% sobre el total. Esta falta de actividad productiva en las eras provoca que su estado de conservación se agrave con rapidez.

Hasta hace muy poco, una parte de la red se hallaba aún en funcionamiento, aunque ya de una manera muy precaria. Las consecuencias de este desecamiento del sistema circulatorio son evidentes: Al dejar de fluir el agua salada, el microclima del Valle se modifica, las eras se secan y estructuras lígneas comienzan un rápido proceso de degradación.

El proceso de degradación de una era comienza por su superficie. El sistema constructivo de la plataforma, a base de tablazón de madera, una capa de arcilla, conglomerado de canto rodado y mortero, hace que al cabo de unos pocos años de abandono, la parte superior (actualmente revestida de mortero de cemento) comience a agrietarse. La vegetación ayuda a acelerar el deterioro de esta capa superficial que, al dejar de ser continua, no protege a las capas inferiores. Con el tiempo desaparece también parte de la arcilla, se forman huecos y comienza a descomponerse el soporte inferior de madera. Cuando las eras se encuentran en la primera parte del proceso descrito (deterioro únicamente en la última capa de cemento) su reparación resulta sencilla y poco costosa. La estructura de madera permanece en buenas condiciones y no peligra su estabilidad. Si, por el contrario, el proceso de deterioro es completo (los daños no afectan sólo a la superficie, sino a la totalidad de la plataforma de la era), su reparación será más compleja obligando normalmente a su sustitución total, puesto que este sistema constructivo difícilmente admite restauraciones parciales.

El estado de los depósitos asimismo, ha dependido también del grado de utilización de las granjas a las que servían: Los que corresponden a zonas hasta hace poco en producción o que siguen en funcionamiento, todavía están en aceptable estado de conservación. Pero aquellos que dejaron de emplearse desde hace tiempo (más de diez años), no se encuentran ya operativos en la mayoría de los casos.

EL PLAN DIRECTOR PARA LA RECUPERACIÓN INTEGRAL DEL VALLE SALADO DE SALINAS DE AÑANA
Se contempla como la herramienta necesaria para encauzar y regular la restauración de las salinas, y del entramado de edificios y actividades necesarias para el funcionamiento de las mismas en el marco de sus potencialidades como motor de dinámicas capaces de garantizar su futura conservación.

El Plan Director establecerá en su inicio cuál es el monumento posible sobre el que se actúa, con el fin de posibilitar así la generación de una imagen reconocible del mismo. Esta es la imagen que posteriormente deberá permitir una mejor comunicación tanto de la progresión de la Restauración y sus resultados, como del propio Valle Salado como Monumento Histórico.

La definición de este espacio de actuación debe enfocarse bajo varios aspectos:

El Valle Salado como Monumento Histórico.
Intervenciones arquitectónicas.
Actividades motoras.
Metodología de intervención.
Grupo de estudios arquitectónicos
Grupo de estudios históricos.
Grupo de estudios socioeconómicos.
Grupo de estudios medioambientales y paisajísticos.
Sistema de gestión de la Información.

El Futuro:
Los contactos europeos: Hacia una “red” de salinas artesanales: Resulta atractiva la idea de coordinarse con otros espacios de producción sal artesanal utilizando los recursos que tiene la Comunidad Europea para el fomento de iniciativas intercomunitarias. Bien sea utilizando espacio denominado “Arco Atlántico” o a través de las áreas de protección natural “RAMSAR”, a las que pertenece el Valle Salado.

El modelo Catedral: La restauración abierta: En todo caso aplicar en este proceso la experiencia habida en el caso de la Catedral Santa María, con su programa “Abierto por Obras” parece evidente y muy oportuno. De igual forma sería deseable que se produjera un parecido sistema de gestión unificado en la gestión de aquél, implicando de manera estable a otras administraciones públicas e instituciones.

Esa es mi esperanza…

Vitoria - Gasteiz 07/06/2004  

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