Presentación

Un grupo de amigos decidimos, hace ya algunos años, ampliar nuestros conocimientos creando, para ello, la que se denominó “ACADEMIA DE LAS CIENCIAS”. Se entendió que, lejos de encerrarse en un pequeño mundo, era conveniente ampliar miras tanto en los temas a tratar como en las personas especializadas en los mismos.

Esta organización tiene, entre sus objetivos, ampliar conocimientos y generar opinión sobre los más variados temas.

El 19 de octubre de 1990, quedamos inscritos como “ACADEMIA DE LAS CIENCIAS” en el Registro de Asociaciones Culturales del Gobierno Vasco.

Tras celebrarse a lo largo del año 2010 el XX Aniversario de su fundación, los asistentes a los diferentes actos, acordaron la creación de este blog mediante el cual desean dejar constancia de las personas que han asistido y facilitar la participación de los/as interesados/as a través de sus opiniones sobre cada uno de los temas tratados.

Deseamos animaros a participar en este Blog y, por supuesto, a disfrutar de las nuevas ponencias de nuestros invitados y como siempre estarán en la vanguardia de la noticia.

viernes, 22 de abril de 2011

D. Mikel Ruiz de Apodaka - A las faldas del Everest

Dice Constantis Cavafis es su ya famoso poema “Itaca”:

" Si vas a emprender el viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
……
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
……
Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar
allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.
Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
……
El Tíbet es una tierra de una inconmensurable belleza natural y de una cultura fascinante que gira en torno al budismo. El paso del tiempo y la presencia de occidentales no ha logrado que Lasha pierda el encanto de sus tradiciones ni su naturaleza espiritual. Como un puente de amistad entre regiones, la Transhimalaya ha unido a lo largo de los siglos dos pueblos hermanos, pero claramente diferenciados: el nepalí y el tibetano. Los palacios del Potala y Norbu Lingka, donde residían los Dalai Lama, el Monasterio de Sera, el Barkor y el Templo de Jokhang, son lugares sagrados a partir de los cuales es posible acercarse y empezar a entender al pueblo tibetano. El Potala, el palacio de invierno de los Dalai Lama, se alza sobre la ciudad. Su grandeza refleja el poder que tuvieron los Lamas en el pasado. Un enorme Buda de tres mil setecientos kilos de oro preside una de sus salas.

Una parada obligada es la que se ha de realizar para recibir las bendiciones del lama. La ceremonia es emotiva a más no poder. Nos vamos arrodillando ante el lama, quien nos impone la kata (una especie de fular de gasa) y un cordel que anuda al cuello, tras lo cual, y mientras pronuncia una oración, junta su cabeza con la del bendecido. Todo ello, por supuesto, previo pago de la voluntad por parte del interesado

Una vez que el lama concluye sus rezos, podemos reanudar la marcha. Nos paramos a comer en Shomare una sopa de verduras con fideos, la tradicional ‘rara soup’ que nos ha entonado el cuerpo después del frío que hemos pasado desde la salida de Thengboche.

La climatología es en términos generales, fría. Suelen alternarse momentos muy nublados con algunos en los que el sol, colándose entre las nubes, nos desentumece los músculos cosa que es muy de agradecer. La altitud se empieza a notar en  todo. Primero en el paisaje. Hemos salido de Tengboche entre árboles y con unas vistas espectaculares del Ama Dablam llegando a Pheriche rodeados de un secarral, donde la vegetación se limita a algún que otro arbusto.


Estamos en Pheriche y aprovechamos los largos periodos de descanso necesarios en estos obligados periodos de aclimatación a la altura, para dar una vuelta por el pueblo. Pheriche está en medio de la nada. Es una calle sin asfaltar repleta de lodges a los lados. Cuesta creer que aquí viva gente todo el año. La plaza del pueblo, ocupada en su centro por un memorial en forma de cono en el que figuran los nombres de las personas cuyas vidas se ha cobrado el Everest hasta ahora.


Poco a poco nos vamos acercando a nuestro objetivo inicial, en Campo Base de nuestro cada vez más deseado Everest. Las jornadas comienzan pronto, como hacia las siete de la mañana y poder tener tiempo para desarrollar las actividades previstas aunque, en todos, nuestro secreto más deseado, nuestro objetivo es ver el Everest.


Y efectivamente lo hemos visto, aunque tan lejos que todas las montañas de alrededor se veían más altas. Pero era el Everest. Desde la perspectiva que hemos tenido hoy del Techo del Mundo, sinceramente me han parecido mucho más espectaculares el Lhotse u otras montañas que no llegan a los ocho mil metros pero muy populares en el Himalaya como el Thamserku (6.623 m.) y el Ama Dablam (6.856 m)., la que muchos consideran la montaña más bonita del mundo.

El Sagarmatha, nombre nepalí del Everest que significa ‘cabeza del cielo’, se ha divisado desde muy lejos y solo su punta superior, pero no deja de ser el techo del mundo y la expectación ha sido grande, tanto en la expedición como en los centenares de ‘trekkinistas’ que lo han tenido enfrente al doblar un recodo del camino.

El Everest nos espera pero, eso, su cima, es otra historia que, puede, algún día contemos.
 
Galería de Imágenes


Vitoria - Gasteiz 06/11/1998

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